23 de mayo de 2011

Iván De La Peña, el pequeño buda

Iván De La Peña siempre fue uno de esos canteranos elegidos para la gloria. Internacional en todas las categorías inferiores de la selección española, reclutado por La Masía del Barcelona desde muy niño, seguido partido tras partido por ojeadores de media Europa... Su debut con el primer equipo fue uno de los más esperados de un jugador de la cantera del Barça, hoy tan venerada. Cruyff le dio la alternativa con 19 años y De La Peña respondió con un golazo. De hecho, con un temporadón en el que acabaría anotando 7 tantos, una cifra a la que ya jamás volvería a acercarse.

De todos modos, lo que la grada esperaba del pequeño Buda' no era que marcase muchos 'chicharros', sino que los regalase como solo él sabía hacerlo, con un lacito incorporado. Las asistencias que durante tanto tiempo hicieron de Michael Laudrup un ídolo en Can Barça las calcaba el mediapunta de Santander, imaginativo como pocos en el pase. Casualmente, tres meses más tarde el Madrid lució por primera vez a Guti, quien probablemente completa el pódium de mejores pasadores de la Liga española en los últimos 20 años.

La llegada al año siguiente al Barça de Ronaldo, aquel Ronaldo veloz y demoledor de la primera etapa, sirvió para evidenciar aún más la habilidad de De La Peña. Pero los pases imposibles del cántabro no fueron suficientes para Van Gaal, relevo de Robson en el banquillo del Camp Nou y cuyo modo de ver el fútbol nunca casó con el del mediapunta. Paralelamente, aparecieron los primeros problemas musculares serios, esos que a la postre acabarían llenando de minas la carrera del jugador. Entre unas cosas y otras, el Barcelona decidió vendérselo a la Lazio en 1998, que puso la irrechazable suma de 2500 millones de pesetas para vestirle de celeste.

Aunque al principio las cosas entre De La Peña, la Lazio y el entrenador, Sven-Göran Eriksson, parecieron ir bien, solo fue un espejismo provocado por la ilusión que la llegada de “Lo Pelat “a Roma había desatado. El fútbol italiano, táctico y rígido como el que más, encorsetaba el juego de De La Peña, que encima no podía ponerse al nivel físico por culpa de las lesiones. Una temporada fue suficiente para que la Lazio se diera cuenta de que el 'crack' no funcionaba en Italia y lo cediera, primero al Marsella y después al propio Barça, donde solo participó en 9 encuentros. 

Poco después, y pese al dineral pagado años antes, la Lazio le dio la carta de libertad, lo que le permitió al Espanyol ficharlo (de otro modo jamás podría haberlo pagado) y rehabilitarlo para el fútbol participando, entre otras cosas, en el 'Tamudazo' que dejó al Barça, su ex equipo, sin título de Liga en 2007. Con el Espanyol, De La Peña ha sumado también un Copa y una final de Copa de la UEFA a su palmarés, e incluso llegó a la internacionalidad absoluta con España, ya con 28 años. 

Tras la muerte de Dani Jarque, fue elegido como uno de los capitanes del equipo periquito y ahora con 35 años anunció este jueves entre lágrimas y muy emocionado, su retirada del fútbol profesional.

Tras 16 años de profesional en el mundo del futbol el propio Iván destacaba en su despedida: "He disfrutado mucho de esta profesión". "El fútbol es lo más grande que hay. Desde pequeño quise jugar en primera. He disfrutado muchísimo. Mis mayores amigos los he encontrado en el fútbol". Nos quedamos con eso.

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