31 de marzo de 2011

Botswana: Una historia de heroes

Este fin de semana, las Cebras de Bostwana consolidaron uno de los mayores milagros de los últimos años, logrando de manera matemática, antes que nadie y sin conocer la derrota en la fase de clasificación, su pasaporte a la CAN 2012.

“No hay palabras para describir la sensación que tengo. Nunca tuvimos un momento así, nunca creímos en nuestras opciones pero Dios ha estado con nosotros”. Son palabras de un valor histórico impensable, de una heroicidad sin comparaciones  y a cargo de quien más ha sufrido durante la travesía, Diphetogo Selolwane, el jugador más veterano e internacional del país. Un icono botsuanés cuyo mayor brillo futbolístico fue jugar apenas 34 partidos en cuatro temporadas en la MLS. Ejemplo representativo a grandes rasgos de la extrema humildad de un futbol que no lucha sólo contra rivales en el terreno de juego, sino en los hospitales y centros de salud. Allí, uno de cada tres habitantes, está contagiado por el virus VIH y pese a considerarse país en progresión financiera y social, un 65% las chicas dejan los estudios embarazadas a los 15-16 años. El fútbol, prácticamente como en toda África, es un elemento de unión más con la sociedad y la salida perfecta para que los niños encuentren identidad a sus vidas.

El único grupo de cinco representantes dentro del organigrama rumbo a la CAN 2012, les situó desde el principio como equipo revelación. Un once, absolutamente desconocido (Marumo, Thuma, Letsholathebe, Gabonamong, Ramohibidu, Nato, Mafoko, Selolwane, Mongala, Mogorosi y Ramatlhakwana) y un entrenador del propio país: Stanley Tshosane. Su destino era luchar por no cerrar el curso desde lo más profundo pero la realidad es que, superando a Túnez a domicilio en la primera jornada, lograron e protagonismo y la confianza que les acompañó hasta este sábado en N’Djaména (Chad). Repitieron cuatro victorias más, todas ellas por la mínima, y sólo cediendo un empate en Blantyre ante Malawi. Números absolutistas, sobre todo teniendo en cuenta que su Estadio Nacional y sede oficial, está en obras y han tenido que aislarse en el de la Universidad de Gaborone.

Dieciséis puntos, un grupo con sólo tres jugadores lejos de la  Be Mobile Premier League (anclados en equipos débiles de la Premier Sudafricana) y con un protagonista por encima de todos, el desconocidísimo Jerome Ramatlhakwane. Máximo goleador de la fase clasificatoria, delantero del Vasco de Gama sudafricano (lucha por no descender tras haber subido este año) y padre de seis hijos, dos de ellos golpeados por el virus que destruye al país día tras día. Sueño pasajero o no, las Cebras del Sur disfrutarán meses irrepetibles al calor del fútbol. This is África. This is Bostwana.

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