13 de enero de 2011

SON CINCO: ZINEDINE ZIDANE


El 10 de Noviembre de 2001 Maradona juega su último partido. Fue su homenaje en la Bombonera, pero el último partido que disputó al máximo nivel fue el 21 de Junio de 1994, en el mundial de Estados Unidos. Un positivo por efedrina le supuso una sanción de 15 meses, nunca volvió a su máximo nivel.

La mayoría de nosotros no llegó a ver este Mundial, en mi caso, el primer recuerdo de la selección es ver a Molina debutando como extremo contra Noruega dos años después.

Maradona ha sido el último en llegar a formar parte de los mejores de la historia. Jugadores que van mas allá de una lista de centenares de personajes que nacieron para jugar al fútbol, ganar ligas, torneos continentales y levantar copas del Mundo, pero son cuatro los que consideramos como los mejores de la historia: Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona.

Nuestra generación apenas pudo ver al último de estos jugadores, genios que serán recordados para siempre.

Tenemos que recurrir al youtube, o a la memoria de nuestros padres para acercarnos a adivinar lo que significaron, pero ¿desde entonces no ha habido ningún jugador que se les haya acercado?

Cronológicamente, este tipo de fenómenos surgen mas o menos cada 15 años, por lo que hace relativamente poco tiempo deberíamos haber asistido al adiós de un mito a la altura de estos cuatro, pero ¿le ha habido?, ¿ le seguimos esperando?

Hace tres años y medio, se retiró un jugador de fútbol a la altura de los cuatro grandes, Zinedine Zidane, excepcional en muchos sentidos, la mayoría de ellos no futbolísticos.

En unos años, no muchos, hablaremos de Zidane como hablan nuestros abuelos de Di Stéfano, nuestros padres de Pelé y Cruyff o nuestros primos mayores de Maradona, como el primer genio que vimos todos los domingos con botas de fútbol.

Nuestra generación, que prácticamente no hemos hecho otra cosa que fútbol, en todos los sentidos que pueda tener este deporte, se merecía a alguien como él.

Con 24 años (mayor que Messi en la actualidad), aún jugaba para el Girondins de Burdeos, un equipo mediano del país que acogió a su familia en los años 60, llegados a la metrópolis que les colonizó durante 130 años. Seguramente, lo que haya quedado en la memoria de todos durante esa época es el gol que le marcó en 1996 al Betis, en el antiguo y nuevo Benito Villamarín, desde el centro del campo. Tras esa temporada da el salto a la Juventus, equipo que lideró el otro mito galo: Platiní.

Dejando a un lado, aunque no debería hacerse, a Kopa, Fontaine, Cantona, Deschamps… y otra decena de nombres que podrían acompañar a estos, llegamos a estos dos franceses, que vistieron la bianconera turinesa. El debate podría plantearse. Dos jugadores de características similares, que ocupaban posiciones similares, con carreras separadas por no mucho tiempo, que además jugaron en el equipo turinés. ¿Por qué Zidane? Levantar una copa del Mundo debería ser suficiente para deshacer el empate, además de otra final, pero a parte del palmarés con los bleus, la comparación es favorable al franco-argelino en torneos de clubes tanto domésticos como continentales, así como en distinciones individuales, por no hablar de la dirección que han tomado sus carreras tras retirarse, uno en una discreta posición relacionado con el club que mas le admiró, otro, como director de función del circo de payasos de la UEFA.


En el equipo que compartieron estos dos mitos, Zidane lo ganó todo a nivel nacional, además de una copa intercontinental el año de su llegada, además su mayor éxito, donde se colocó entre los grandes de la historia, como los nuestros hace escasos seis meses, llegó en su época juventina: el Mundial de Francia en 1998.

Con el paso del tiempo, a pesar de estar rodeado de grandes jugadores, aunque sin llegar a los del nivel que tuvo Platiní (Tiganá, Genghiní, Giresse…), este Mundial se recordará como el Mundial de Zidane. Basta decir que, tras su expulsión en el segundo partido de liguilla contra A. Saudí, los franceses no fueron capaces de ganar a Paraguay (no fueron los únicos) hasta la prórroga, con el primer gol de oro de la historia, logrado por L. Blanc.

El resto es conocido por todos, Francia logró su copa del Mundo con dos goles de Zidane en la final, acompañado de otro de E. Petit.

Ese año ganó balon de oro y FIFA World Player, este último lo volvería a ganar en 2000 y 2003. A estos, les acompañan una veintena de premios individuales del mas alto nivel, y un premio Gredos del deporte, un tanto menos prestigioso, pero exótico a la vez.


En 2001 llega al Madrid reconociendo como un honor su traspaso al club blanco. El honor acabó siendo para los de Chamartín y para todos los aficionados españoles, que pudimos verle cada semana fabricar fútbol como no habíamos visto nunca antes, por lo menos los de finales de los ochenta. Esa temporada hizo la obra de arte con la que el Madrid ganó su última Champions League, allá por el 2002. Sin duda, el gol de Glasgow, con el que se ganó el apodo del Zid, gracias a la mítica portada de Marca, es el mas importante de los que metió con el Madrid, cada uno, aficionado blanco o no, tiene su gol para el recuerdo de Zidane, en mi caso, el que le hizo al Deportivo de la Coruña en el Bernabeu, también en la 01/02.


Su último partido en el estadio blanco fue contra el Villareal, la camiseta con la que jugó aquel día la tiene el boquense Riquelme, eterno capitán Xeneize, aunque su retiro oficial en España fue al partido siguiente en el Sánchez Pizjuán.

Su retirada se consuma tras el Mundial de 2006, que resultó bastante mas positivo que el celebrado en 2002 para los franceses (para nosotros fue aún peor), pero que acabó con uno de los finales mas trágicos que se recuerdan en la historia del fútbol.


La historia sobra explicarla, decir solamente que el fútbol fue injusto, no por la final perdida, sino por la que será la última imagen de Zidane en un terreno de juego, que seguramente empañe su tercer gol en una final del Mundial, marca solo alcanzada por Pelé, y su elección como mejor jugador de aquel campeonato del Mundo.

Quiero acabar diciendo que sería injusto valorar a este jugador solo por haber ganado Mundial y Champions (algo que los otros cuatro grandes no consiguieron), ya que, siguiendo esta norma, futbolistas como el alegre Karembeu o el díscolo Materazzi ocuparían plaza entre los 20 mejores futbolistas de la historia, cosa que haría que el fútbol echara el cierre. Fue algo mas que un palmarés histórico, un futbolista que recordaremos durante décadas.

Zinedine Zidane, un genio hasta el penúltimo minuto, el primer Grande que disfrutó nuestra generación, y que la historia pondrá inmediatamente después (cronológicamente) de Maradona, en lo que llamamos los cuatro (cinco) grandes.

Hace dos días Leo Messi recibió su segundo balón de oro, ya se le espera.



Un articulo de Jose Maria Sanz Riolobos en colaboracion con este blog. ¡Muchas gracias Crack!

1 comentario:

  1. muy buen reconocimiento, y también felicitarte por hablar de una manera tan relativista , ya que no se puede juzgar de una manera tan absoluta algo como el fútbol, por lo menos teniendo apenas 23 años... lo dicho, visto por nuestros ojos... el más grande.

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